Existen circunstancias, como son los problemas económicos, la mala salud de los padres o cualquier otra que obligan a los hijos a vivir con sus padres; y por extensión, a sus parejas, el tener que vivir con sus suegros.
Puede que para los hijos no sea tan malo, al fin y al cabo, van a vivir en donde ya habían vivido antes, digamos que es su territorio. Sin embargo, para las parejas, sí que puede ser más difícil.
La pareja, es decir, el miembro de la pareja que no es el hijo o la hija, puede llegar a sentir un profundo rechazo hacia los suegros, e incluso hacia el propio entorno en el que vive. Está intentando formar una familia propia, o continuar con la que ya tenía, en una casa que no es la suya y en la que las normas las ponen los propietarios, como es normal.
Por tanto, la pareja no podrá establecer sus propias normas y su rutina diaria. No podrá tener su independencia, su autonomía, ni su espacio de intimidad donde poder resolver sus impulsos, tanto de pasión como de enfados…o simplemente, tener una conversación privada.
Además de eso, los padres querrán meterse en las decisiones de su hijo o hija, así como en la educación de los niños, si los hay. Puesto que el que estén viviendo en su casa, les hace creer que están perfectamente en su derecho. Sin duda, esto último puede desembocar en discusiones y conflictos, tanto con los suegros como con la pareja. Y no te digo nada, si a tu suegra no le gusta la forma en que limpias, o no le gusta lo que sueles cocinar.
Claro que el estar viviendo con tus suegros no tiene desventajas únicamente, algunas ventajas también tiene. Por ejemplo: se pueden hacer cargo de los niños, si los dos miembros de la pareja están trabajando, e incluso si quieren salir alguna noche.
Los niños pueden también pasar más tiempo con sus abuelos, que puede ser enriquecedor para ellos. Pero además y por supuesto, no todos los suegros o suegras (ni mucho menos) son tan malos como se les suele pintar en las bromas o chistes…y vivir con ellos no tiene por qué ser una mala experiencia.
¿Es posible vivir con los suegros sin que la convivencia termine en pelea?
Sí, por supuesto que es posible, siempre y cuando, se dejen claras algunas cosas desde un principio.
Lo ideal sería que, antes de que te vayas a vivir con tus suegros, o que ellos vayan a vivir a tu casa, que también puede pasar, se tenga una buena conversación entre todos los que van a convivir. La idea sería que todos tengan claro cuál será su papel, es decir, cuál será la responsabilidad de cada uno en la casa.
Cuando todos saben y aceptan sus responsabilidades, es más fácil que no haya problemas, ya que cada uno sabrá cuál es su límite y cuál el de los otros. Por ejemplo, se puede especificar que las decisiones que afectan a cada una de las parejas, es exclusivamente de cada una de las parejas. Que no quita que se pueda pedir opinión o consejo, pero que la decisión final es de cada uno.
Se podría especificar también, quién será el responsable final de la educación de los niños. Que no quita tampoco que se pueda ayudar a cuidarlos, en función de los horarios que tengan los adultos.
En resumen, se trataría de establecer unas normas, como en cualquier otra casa, pero con más razón en estos casos, donde convive más gente. Normas que todos tendrán que respetar para que haya una buena convivencia. Y, al mismo tiempo que se establecen unas normas, se establecen también unos límites, con lo que, cada uno tendrá claro hasta dónde puede llegar.
Otra manera de evitar conflictos, podría ser establecer unos horarios para las tareas comunes de la casa, por ejemplo las horas de las comidas, en función de los horarios que tenga cada uno, aunque, es posible que los horarios no sean compatibles unos con otros, con lo que, se podría establecer un día en el que puedan comer todos juntos, , o cuáles son los días que toca hacer limpieza. Es una buena manera de que haya un orden en la casa, y de que todos sepan cuál es.
Respetar los espacios
Otra cosa muy importante en estos casos, es que cada uno pudiera disponer de tiempo libre para sí mismo, de su espacio en la casa y de sus momentos de intimidad. Puesto que todo esto se suele tener en una casa donde vive una sola familia, habría que hacer lo posible para que también se tenga en una casa con dos familias.
Esto significa que, en la medida de lo posible, es importante que cada uno tuviera su habitación, que los niños tuvieran un sitio para jugar, que tuvieran un sitio donde estudiar y hacer la tarea, e incluso, que cada uno tuviera su sitio fijo en la mesa. Tener cada uno su propio espacio, ayuda a que se sienta más cómodo…digamos que eso te ayuda a sentirte más en tu casa.
Además es también importante que cada miembro de la familia pudiera disponer de su tiempo, y ese tiempo tiene que ser respetado por los demás. Por ejemplo: puede que alguien tenga unas horas para ir al gimnasio, o un día para salir con sus amigos, o un ratito tranquilo para poder leer, o hacer cualquier otra tarea.
Otra muy buena idea para las personas que tienen que vivir con sus padres o sus suegros, yo diría que la mejor de todas, si quieren evitar los conflictos, es mantenerse al margen de las discusiones que no van con ellos.
Si tu pareja se pone a discutir con su madre o su padre, o tu hijo se pone a discutir con su pareja, y la cosa no va contigo, mejor no te metas en ella. Y si puedes, ponte a hacer algo en otra habitación. Dicho muy claramente, no te metas donde nadie te ha llamado, te aseguro que esta es la mejor manera de que no haya conflicto alguno.
Rosa Armas
Colegiada T-1670